¡Uff, ese molesto picor en la garganta! Lo sé, no hay nada más incómodo que sentir que te raspa cada vez que tragas. Pero antes de correr a la farmacia, ¿qué tal si probamos ese truco que nuestras abuelas siempre tenían a mano? Sí, hablo de la mágica combinación de miel y limón. En mi experiencia, esta dupla es como un abrazo calentito para tu garganta.
La miel es un bálsamo natural que recubre y suaviza el área irritada. Además, tiene propiedades antibacterianas que ayudan a combatir esos pequeños gérmenes que podrían estar causando el problema. Por otro lado, el limón es una fuente increíble de vitamina C, perfecta para darle un empujón a tu sistema inmunitario.
Así lo preparo yo:
Calienta una taza de agua hasta que esté tibia.
Exprime el jugo de medio limón fresco.
Añade una cucharada generosa de miel pura y revuelve.
Bebe esta mezcla lentamente. De verdad, sentirás un alivio casi instantáneo. Es un pequeño milagro en una taza.

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